La crisis global no ha repercutido con tanta gravedad en el mercado laboral argentino. De hecho, la última medición del Indec respecto del mercado de trabajo muestra una suerte de estabilización en el empleo y una disminución del desempleo, cercano al 8%. Según el informe de CERX, en general, las condiciones de trabajo se mantuvieron. Pero el 36,4% de la población ocupada se considera sobreempleada (trabaja más horas de las que desea) y otro 11% subempleada (trabaja menos horas de las deseadas). El 52,6% restante, afirma que trabaja las horas que desea. "Estos factores inciden sobre la sensación de bienestar de la población. Un informe anterior de CERX demostró que, en la percepción de felicidad de los individuos, la variable trabajo tiene una alta incidencia: en esa oportunidad, el 19% de los encuestados contestó que el factor laboral es una de las causas que resta felicidad", apunta el centro de estudios. En el caso del exceso de trabajo, el riesgo suele ser los efectos adversos que esa situación causa en la productividad (depresión, estrés, pérdida de incentivos, sensación de infelicidad, menor rendimiento).